20 de Octubre de 2025
Las caídas del mercado crean excelentes oportunidades para los inversionistas. Y en primera instancia parece fácil: “compra barato, vende caro”. Pero la realidad es otra, elegir la empresa adecuada, que nos de las mejores probabilidades de ganancia, es mucho más complicado. Cuando te sientas a buscar una acción en la cual invertir tu dinero te enfrentas con:
Desventaja frente a los grandes: Los inversionistas como tú y yo no contamos con los recursos e información de los inversionistas institucionales.
¿Cómo puedes escoger entre miles de opciones una buena oportunidad de inversión?
Primero que todo, no existe algo 100% seguro, no somos clarividentes. Pero con datos, conocimiento, experiencia y tecnología, podemos detectar muy buenas oportunidades de inversión y ejecutar la decisión de invertir en base a datos sólidos.
Existen muchos métodos para hacerlo, y todos son válidos. En mi caso, utilizo varios que me han dado buenos resultados. Por ejemplo, invertir en lo que conoces. He trabajado la mayor parte de mi carrera en los sectores energético y tecnológico. Esto me da una ventaja: conozco cómo funcionan las empresas del sector, sus retos y sus oportunidades. Gracias a este conocimiento, puedo evaluar con mayor seguridad cuales valen la pena seguir de cerca. Las analizo periódicamente y, cuando se presenta una buena oportunidad, invierto en ellas.
Otros métodos populares para invertir son:
Independientemente del método que escojas, vas a tener que analizar mucha información. Y aquí es donde la mayoría de los inversionistas minoristas enfrentan su mayor reto.
El acceso a la información no siempre es sencillo: los datos están dispersos, los informes financieros son complejos y las noticias cambian a una velocidad imposible de seguir. A esto se suma la sobrecarga de contenido en redes sociales y medios especializados, donde las opiniones a veces pesan más que los hechos.
Procesar toda esa información, separar lo relevante de lo superficial y tomar decisiones usando datos confiables requiere tiempo, experiencia y disciplina. Por eso me senté a poner en código lo que tengo en la cabeza, para cerrar esa brecha: convertir grandes volúmenes de datos en información clara, práctica y útil para invertir en empresas con gran capacidad para generar ganancias a largo plazo.
Es un sistema robusto y que se mantiene vigente a lo largo del tiempo gracias a la lógica de criterios fundamentales para evaluar la solidez de las empresas. Se puede aplicar a cualquier mercado o sector. En este caso está aplicado a las empresas que hacen parte del S&P 500.
El S&P 500 (Standard & Poor’s 500) es uno de los índices bursátiles más importantes del mundo. Representa el rendimiento de las 500 empresas más grandes y representativas de Estados Unidos que cotizan en la bolsa (principalmente en el NYSE y el Nasdaq). Para leer más sobre el S&P 500.
Cuando hablamos del S&P 500 pensamos solo en el índice. Pero detrás hay 500 empresas líderes que representan las más grandes del mercado estadounidense y, en muchos casos, del mundo. Invertir en estas compañías no es solo una estrategia financiera: es una manera de participar en el crecimiento de los gigantes que impulsan la economía global.
Las compañías que forman parte del S&P 500 han pasado una selección rigurosa: sólo las más estables, rentables y con buen desempeño financiero logran entrar. Invertir en ellas significa apostar por negocios con trayectoria comprobada y modelos que han resistido crisis, cambios tecnológicos y ciclos económicos.
El S&P 500 reúne empresas de más de 10 sectores distintos: tecnología, salud, consumo, energía, finanzas y más. Esto te da una diversificación automática, reduciendo el riesgo de depender de una sola industria o tendencia.
Históricamente, las empresas del S&P 500 han mostrado una tendencia constante de crecimiento, tanto en ingresos como en valor de mercado. Son compañías que se adaptan, innovan y evolucionan para mantenerse relevantes, lo que beneficia directamente a sus inversionistas.
Invertir en estas empresas es invertir en la vanguardia de la innovación. Desde Apple hasta Nvidia, desde Johnson & Johnson hasta Amazon, estás colocando tu dinero en las compañías que definen el futuro de la tecnología, la salud y el consumo global.
El S&P 500 ha pasado la prueba del tiempo. Sus empresas han demostrado solidez incluso en los momentos más desafiantes de la economía. Por eso, para muchos inversionistas, representan una base segura sobre la cual construir un portafolio sólido y balanceado.
La premisa del sistema es:
“los negocios sólidos que experimentan bajas temporales a menudo presentan las mejores oportunidades de inversión”
Los dos principales desafíos son:
La clave es encontrar acciones con excelentes fundamentos financieros que han experimentado caídas significativas de precio pero que pueden estar mostrando señales tempranas de estabilización o recuperación.
Esta lista no cambia frecuentemente, pero de vez en cuando sacan una empresa e introducen otra. El algoritmo de Zignolz verifica esto cada semana automáticamente.
Existen muchos parámetros financieros que pueden analizarse al evaluar una empresa. En este caso, el modelo utiliza una combinación específica de parámetros fundamentales que actúan como filtros y criterios de selección para reducir el universo de acciones y concentrarse únicamente en aquellas con fundamentos sólidos. Estos filtros permiten distinguir entre empresas con una posición financiera robusta y aquellas que presentan señales de deterioro estructural. Por ejemplo, se consideran factores como la estabilidad de los ingresos, la consistencia del flujo de caja y otros indicadores clave de rentabilidad y solvencia. De esta forma, el modelo asegura que las recomendaciones se basen en negocios subyacentes sanos y sostenibles, evitando así las denominadas trampas de valor.
El algoritmo examina el desempeño de la acción en varias escalas (anual, mensual, semanal), buscando señales tempranas de recuperación o un declive sustancial (una gangazo).
Las acciones recomendadas son luego clasificadas usando un sistema de puntuación multifactorial que incluye todos los parámetros financieros del algoritmo.
Dependiendo del número de recomendadas por el sistema, pueden ser 2 o 3 y en otros casos muchas más, aplicamos filtros adicionales para priorizar empresas de alto valor empresarial. Esto sirve para enfocarnos en empresas establecidas donde la probabilidad de recuperación puede ser mayor.
Finalmente, usando inteligencia artificial se genera un reporte a través de la API de Claude. Este sistema analiza los fundamentos financieros, los patrones técnicos y los precios de entrada sugeridos para cada acción. Los resultados se almacenan y luego se muestran dinámicamente en la interfaz del usuario, junto al gráfico del precio de la empresa (usando componentes de TradingView). En la plantilla del sitio, el texto generado por la IA se formatea con listas y negritas para mejorar su legibilidad, mientras que los administradores pueden calificar, editar o regenerar los resúmenes directamente desde la plataforma. Así, el proceso combina automatización inteligente con supervisión humana para garantizar análisis claros, actualizados y de alta calidad.
Sistemático y Consistente: El sistema aplica los mismos criterios rigurosos a cada acción, eliminando el sesgo emocional y asegurando que no se pierdan oportunidades debido a exclusión de datos o decisiones emocionales.
Análisis Multidimensional: En lugar de depender de una sola métrica, el enfoque combina momentum de precio, salud financiera y posicionamiento relativo para identificar oportunidades.
Enfoque en Calidad: Al requerir fundamentos financieros sólidos independientemente del desempeño del precio, el sistema evita trampas de valor—acciones que son baratas por buenas razones.
Adaptación Dinámica: El sistema actualiza continuamente las recomendaciones a medida que las condiciones del mercado cambian y nuevos datos se vuelven disponibles.
El 27 de octubre de 2025 el modelo recomendó una empresa, que aunque es líder en el sector farmacéutico, Kenvue Inc (KVUE), no estaba dentro de mi radar, nunca la había escuchado. Al leer el reporte producido por el modelo entendí perfectamente la oportunidad. Esta empresa se ha visto afectada por una coyuntura geopolítica (la polémica de Tylenol y el autismo). Pero sus finanzas son excelentes. Una semana después, vi en las noticias que Kimberly-Clark la va a comprar por US$40 Billones!. El precio saltó ~14% en un día. Esta fue la recomendación del modelo y el reporte.
Aunque es posible usar la lista de recomendaciones e invertir en todas (distribuir tu inversión), o escoger 1, 2 o 3 e invertir en ellas, nuestra recomendación es usarlo como una herramienta de filtrado, no como una estrategia de inversión completa.
En mi caso, lo utilizo como una sugerencia de oportunidades de inversión de un experto. Un punto de partida para investigación adicional, no como señales automáticas de compra. Aunque el algoritmo genera recomendaciones cada semana, yo no invierto todas las semanas. Lo hago cuando tengo fondos disponibles para invertir. Y para mi esta es una de las ventajas principales de tener las recomendaciones del modelo S&P 500 Fundamental disponibles cuando las necesito. Más aún, tener el historial de recomendaciones a mi disposición. Debido a la frecuencia semanal de recomendaciones, muchas veces tenemos empresas repetidas en el historial reciente. Esto me da más información y posiblemente mejores entradas para mis inversiones. A partir del listado de recomendaciones comienzo a evaluar varios aspectos:
En este proceso no me tardo más de 15 minutos por acción. En menos de una hora hago mi análisis, decido en qué invertir y comprar las acciones.
Las correcciones del mercado separan a las empresas sólidas de las que luchan por sobrevivir. Este sistema automatizado te ayuda a identificar empresas en la primera categoría—aquellas con fundamentos sólidos con precios baratos. El algoritmo S&P 500 Fundamental proporciona un enfoque sistemático para encontrar valor potencial en las caídas del mercado.
La metodología equilibra sofisticación con simplicidad, usando datos públicamente disponibles para generar recomendaciones. Si bien ningún sistema puede predecir el futuro, este enfoque mejora las probabilidades al enfocarse en empresas financieramente sólidas que experimentan contratiempos temporales—históricamente una de las fuentes más confiables de retornos de inversión a largo plazo.
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